El sérum facial se caracteriza por tener una gran cantidad de ingredientes activos, una formulación ligera que permite una rápida absorción y actúa directamente sobre las capas más profundas de la piel.

Este sérum se ha convertido en un imprescindible para el cuidado diario de nuestra piel, ya que, gracias a sus activos, es capaz de penetrar e hidratar más rápidamente que una crema facial.

Este producto no deja la piel grasosa, se trata de una textura bastante fluida, por lo que se absorbe rápidamente y permite aplicar posteriormente productos cosméticos como el maquillaje o la rutina facial de cada persona.

¿Qué beneficios tiene un sérum antiarrugas?

Los sérums antiarrugas se encargan de aumentar la luminosidad y firmeza de la piel, eliminando las arrugas y líneas de expresión. Es decir, mantienen a la piel sana y sin imperfecciones.

Ya te hemos adelantado muchos de los beneficios de los sérums antiarrugas, pero hay muchos más, como son los siguientes.

  • Frena el envejecimiento de las células.
  • Disminuye la profundidad de las líneas de expresión.
  • Previene la deshidratación de la piel, la aparición de las líneas de expresión y otros signos de la edad.
  • Aporta hidratación, luminosidad y elasticidad.
  • Reafirma la piel.
  • Complementa y aumenta los efectos de tus otros tratamientos de la piel.

¿Cómo combinar el sérum antiarrugas con el resto de tu rutina facial?

Si te interesa prevenir y reducir las arrugas, el serúm antiarrugas va a ser tu gran aliado, pero es importante seguir una serie de pasos para que los resultados sean mucho más visibles. Te contamos a continuación los pasos correctos para llevar una buena rutina facial.

  1. Limpia tu piel: es muy importante que antes de aplicar cualquier producto, la piel este limpia. De esta manera preparamos a la piel y eliminamos todas las impurezas acumuladas para una mejor absorción del producto. Dos o tres veces a la semana, también es conveniente realizar una exfoliación, para limpiar en profundidad la piel.
  2. Aplica un tonificador o agua micelar: teniendo la piel hidratada, el sérum será capaz de penetrar más en la piel.
  3. Sérum antiarrugas: es el momento de aplicar nuestro sérum. Lo haremos aplicando una pequeña cantidad sobre la yema de los dedos y repartiéndolo sobre el rostro con movimientos circulares.
  4. Crema hidratante: después de esperar unos segundos, el paso final es aplicar tu crema hidratante habitual, esto te ayudará a sellar el sérum y a absorber todos los nutrientes.

Y si después de tu rutina facial, quieres maquillarte, no hay ningún problema, siempre que esperes a que la crema hidratante haya sido absorbida. Así aprovecharás al máximo los beneficios del sérum.

¿Para qué tipo de piel es recomendable el serúm antiarrugas?

La textura fluida de estos productos hace que los sérums sean aptos para todo tipo de pieles.

Los sérums, a diferencia de las cremas tienen muy poca cantidad de aceites, mantecas e ingredientes similares, por lo tanto, no va a engrasar más a los tipos de pieles mixtas o grasas. 

Por el contrario, los sérums antiarrugas, aportan mucha hidratación, poca grasa y no taponan los poros.

¿A partir de que edad es recomendable empezar a usar sérums antiarrugas?

No hay una edad definida en la que se deba empezar a utilizar sérums, sin embargo, es recomendable comenzar a usar este tipo de productos antes de los 30 años, ya que las primeras líneas de expresión comienzan a aparecer alrededor de los 25 años.

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