Si has llegado hasta aquí seguramente es porque estás embarazada, lo tengas en tus planes o alguien muy cercana a ti lo esté así que ¡felicidades!

Durante el tiempo de gestación, hay un aumento de necesidad de proteínas, vitaminas y minerales, ya que es necesario cubrir tanto los requerimientos de la mujer como la del bebé durante 9 meses.

Un embarazo provoca cambios físicos y psicológicos o mentales en una mujer, por eso hoy te vamos a ayudar a sobrellevar un poco mejor la parte nutricional, contándote algunos de los nutrientes imprescindibles durante el embarazo, y cómo pueden obtenerse a través de los alimentos y también de los suplementos. ¡Allá vamos!

 

Ácido fólico (Vitamina B)

El ácido fólico es una vitamina del grupo B, una de las más conocidas durante el embarazo. Esta vitamina tiene su origen en vegetales, por ejemplo:

  • Lentejas.
  • Garbanzo.
  • Cacahuete.
  • Espárrago verde.
  • Espinaca.
  • Brócoli.
  • Lechuga.

Lo adecuado es añadir, en cada comida, una pequeña cantidad de este tipo de alimentos, ya sea como guarnición o como plato principal ya que este tipo de vitaminas no se almacena en el cuerpo.

Y lo más importante, ¿para qué sirve?

  • Forma los glóbulos rojos (previene anemias).
  • Ayuda al crecimiento del tejido materno.
  • Proporciona proteínas.

Consecuencias de la falta de ácido fólico en el bebé:

  • Bajo peso al nacer.
  • Nacimiento prematuro.
  • Defectos en el tubo neural: esto podría producir malformaciones y alteraciones en el crecimiento del bebé.
Yodo

El Yodo tampoco se almacena en nuestro organismo, por lo que se puede consumir regularmente y se puede encontrar en algunos alimentos, como, por ejemplo:

  • Bacalao.
  • Mejillón.
  • Arroz.
  • Trigo.
  • Leche.
  • Queso.
  • Espinaca.
  • Judía verde.
  • Salmón.
  • Almeja.

La dosis recomendada de yodo se sitúa entre 2 y 2,5 gramos al día. Sobrepasar la dosis recomendada puede producir efectos secundarios como nerviosismo, aumento de de peso, diarrea, aumento de la temperatura corporal, etc.

El yodo principalmente sirve para formar las hormonas tiroideas, de esta manera contribuye al crecimiento y a la formación del bebé.

El déficit de yodo puede tener graves consecuencias:

  • Aparición de bocio.
  • Hipotiroidismo.
  • Puede llevar al aborto.
Hierro

El hierro es importante para nuestro crecimiento y desarrollo, pero es de vital importancia durante la gestación, ya que se encarga de transportar el oxígeno a todas las células del cuerpo.

El hierro se puede encontrar en numerosos alimentos como son:

  • Marisco.
  • Chocolate negro.
  • Brócoli.
  • Carne roja.
  • Espinaca.
  • Legumbre.
  • Pavo.
  • Carne de hígado.
  • Semilla de calabaza.

Durante el embarazo el hierro es muy importante para la correcta formación del bebé y su déficit puede causar:

  • Riesgo de parto prematuro.
  • Mayor probabilidad de contraer enfermedades infecciosas.
  • Mortalidad maternoinfantil.
  • Malformaciones en el bebé.

 

Vitamina D

La vitamina D protege los huesos y los dientes y favorece la absorción y la utilización del calcio y fósforo. Su adecuada ingesta durante el embarazo evita numerosas complicaciones

Podemos obtener vitamina D de los rayos ultravioletas del sol, pero también de algunos alimentos:

  • Sardina.
  • Salmón.
  • Huevo.
  • Lácteo no desnatado (o desnatado enriquecido).
  • Carne magra.

El déficit de vitamina D puede causar:

  • Parto prematuro.
  • Bajo peso de los bebés al nacer y raquitismo.
  • Osteoporosis en adultos.   
Vitamina B12

La vitamina B12 se considera uno de los imprescindibles para incluir en tu dieta, ya que contribuye a la síntesis de ADN y ARN y, por tanto, a que el bebé nazca sano. Se encuentra en alimentos de origen natural como los siguientes:

  • Carne de ternera, cerdo y pollo.
  • Salmón.
  • Lenguado.
  • Huevo.
  • Leche.
  • Yogur.
  • Queso.

Otros beneficios de la vitamina B12 son:

  • Crecimiento.
  • División celular.
  • Formación de glóbulos rojos.
  • Formación de mielina.

El déficit de esta vitamina puede tener graves consecuencias:

  • Daño cerebral.
  • Alteraciones en la digestión.
  • Trastornos nerviosos.
  • Anemia megaloblástica.

Aunque parezcan muchos datos, lo importante es tener una dieta equilibrada y con las proporciones necesarias, y si esto no es posible, recurrir a suplementos alimenticios de confianza que permitan añadir un extra de los nutrientes imprescindibles.

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